sábado, 27 de agosto de 2022

UNA LECCIÓN DE SANCHO PANZA



Casi se me pasa el mes de Agosto sin escribir algo. Después de cumplir los 60 años creo que me quedé un poco pensativo pero para no quedar en blanco escribo sobre un fragmento del Quijote de la Mancha para despedir al mes de Agosto que tuvo sus cosas buenas y malas como todos los meses, pero diría personalmente más cosas buenas a pesar de mi estado.

En los parangones de la literatura española, idioma que heredamos y nos impusieron, creo que la mejor expresión, que he leído hasta ahora sobre el efecto destructivo de la tristeza en el hombre, es este fragmento de Cervantes. En el, nos dice por boca de Sancho, la realidad de este sentimiento y a la vez, como enfrentarlo… Estar una persona, fuera de sí mismo y tanto que hasta deja de comportarse de manera adecuada, conveniente y en total desacuerdo con los estándares propios que uno exhibe cotidianamente.

En un momento en que el Quijote se encuentra asaltado, secuestrado, tomado, poseído, etc. por este sentimiento, “entra a tallar”, como decimos nosotros los peruanos, Sancho Panza y le dice lo siguiente:

- Señor, las tristezas no se hicieron para las bestias, sino para los hombres, pero si los hombres las sienten demasiado, se vuelven bestias: vuestra merced se reporte, y vuelva en sí, y coja las riendas a Rocinante, y avive y despierte, y muestre aquella gallardía que conviene que tengan los caballeros andantes… 

FMVA…