domingo, 21 de octubre de 2018

ESPAÑA, APARTA DE MÍ ESTE CÁLIZ...




Escribo esto, a partir del título de un meme que había retwiteado Heduardo...
Primero que todo, discúlpame César por ponerte al lado de... mejor no sigo pero en resumen, todos nosotros los peruanos de verdad, sabemos que este nefasto personaje femenino, tiene secuestrado al país... Ahí nomás lo dejo, es lo mas decente que puedo expresar...
La frase (el título de esta entrega), la asociaba a un conjunto de poemas escritos por César Vallejo que por lo poco que sé sobre el tema, está inspirada en el inicio de la guerra civil española de finales de los años 30 y que coincidían también con los años en que falleció este extraordinario vate del que pienso que el lector, mínimo por lo menos sabe que es 'Los heraldos negros', "Trilce', 'Paco Yunque', 'Piedra negra, sobre piedra blanca'...
Quise ir mas allá, revisé el Wikipedia y tuve razón con lo poco que sabía pero había algo mas que definitivamente no sabía...
Aquí cito exactamente lo que dice Wikipedia...
Análisis sobre España, aparta de mí este cáliz...
El título de este poemario se inspira en un pasaje de los Evangelios, cuando Cristo en la disyuntiva de evitar los sufrimientos físicos y psicológicos, o de sacrificarse por amor a la humanidad, se dirige a Dios su Padre, diciéndole: “Padre (si puedes), aparta de mi éste cáliz” . Vallejo identifica al miliciano republicano que parte al frente de lucha con este Cristo sufriente, que ha de sufrir y morir en una pelea, que desde la óptica del poeta, trasciende a una dimensión cósmica...
Fuí nuevamente a buscar en Wikipedia, el porqué mencionaban un pasaje de los evangelios...
Yo sabía lo del huerto de Getsemaní, recuerdo que en 3° de primaria en el curso de religión, nos pidieron dibujar a Cristo orando... yo lo dibujé haciéndolo sobre una piedra y burlándome de mi propio dibujo, dije que la piedra parecía un huevo gigante a lo que mi amigo (que será de ese pata) Carlos Antonio Ambrosio Mendoza, me dijo... " No te burles de DIOS"...
Bueno, cosas de niños...
Encontré algo que me parece bonito y me parece (vale la redundancia) que debo compartirlo con ustedes... ojo... no soy un católico fanático, la fé y creencia de que DIOS existe es por herencia de mis padres pero eso no quiere decir que no crea en un ser superior... DIOS... que está en todas partes, en lo bueno, en lo malo, en la vida, en la muerte, en los milagros...
A continuación lo que leí y copio exactamente igual a como está en la página catholic.net...

Getsemaní: Padre, si es posible, que pase de mí este cáliz
Pero no se haga mi voluntad, sino la tuya. Que tu voluntad se realice en mi obrar cotidiano. Sea agradable o no. Tu voluntad, Señor... Un hombre, el más inocente de todos, Jesús de Nazareth, cae de rodillas en el huerto de los olivos. Sólo le contempla la luna que baña, enmudecida, las sombras de la ciudad santa. Era de noche.
Era de noche en el alma de Judas Iscariote, uno de los apóstoles, que ha tomado la decisión de traicionar de su maestro.
Era de noche también en el alma de Jesús. El Señor, que nos acostumbró a verlo tan seguro de sí mismo, dueño de toda circunstancia, aun en medio de situaciones muy tensas, ahora cae de rodillas, temblando. Su sudor es frío, llora, gime. Su oración es inusual: "Padre, si es posible, aparta de mí este cáliz."
¿Cómo es que tú, que siempre aceptaste la voluntad del Padre y la defendiste contra toda rebaja por parte de los hombres, ahora la rechazas? "Padre, si es posible..." ¡Cuánto te debió doler esta oración! ¡Hasta qué punto debió llegar tu sufrimiento moral que te ha reventado por dentro y te ha hecho chorrear goterones de sudor sanguinolento!
Agonía, temor, pavor, tristeza suma, casi desesperación, tedio, pesar. Estas son las aves que anidan en tu ánimo. Por eso te encontramos desplomado, yaciente en el suelo, gimiendo e implorando misericordia al Padre de los cielos. Sí que era de noche.
¿Por qué esta escena? ¿Por qué así? ¿Qué contemplabas, Jesús? Delante de ti se levantaba una oscura y pesada ola de contradicciones, pasiones desbocadas, traición y desprecio, vejaciones sin cuento, injusticias e ingratitudes, insensibilidad y odio. Todo concentrado sobre ti. Y estabas solo. Terriblemente solo.
Y no era para menos. Las imágenes de lo que te vendrá encima son como sordas bofetadas sobre tu corazón. La traición de Judas, alma escogida; el abandono de los once restantes cuando la captura; las negaciones de Pedro; la condena injusta; el ir y venir de Pilato a Herodes; la cobardía y contemporización del procurador; el bestial ensañamiento de la cohorte sobre tu persona bendita; el desprecio de la chusma que prefirió a un bandido de nombre Barrabás; el via-crucis; la crucifixión; las tres horas de agonía colgado de un madero, pendiendo sobre tus carnes vivas; los desprecios y desafíos que aún allí te lanzarán los escribas y fariseos. Una muerte ignominiosa. Este era el cáliz que por adelantado te hacía beber el Padre.
¡Y no sólo! Ese cáliz insoportable lo completa el ridículo y triste espectáculo de tus seguidores y amigos que a lo largo de la historia actuarían "como si no te conociesen", como si estas páginas del evangelio no hubiesen sido escritas, como si tu donación dolorosa no les incumbiese también a ellos. ¡Cuántos besos sacrílegos y traidores! ¡Cuántas promesas tiradas al bote de la basura! Y ¡cuánto desprecio a tu persona en la persona de los pobres, de las viudas, de los niños, de los ignorantes, de los que no suelen contar para nada en los destinos de las naciones!
"Padre, si te es posible..." aparte de mí tantos pecados, tanta destrucción y muerte. Tantos sitios de exterminio: los lagers, los Gulag, los Albania, los Bosnia, los Ruanda. A tantos Hitlers y Stalins a lo largo de la historia. Todas las matanzas y carnicerías inútiles y gratuitas, perpetradas sobre poblaciones inocentes. Las revanchas, odios, venganzas, rencores, riñas, discusiones sin sentido, disensiones familiares, distancias entre hermanos.
Aparta de mí tanta infidelidad conyugal, tanta debilidad e inconsciencia ante el dolor de los hijos abandonados. Aparta tanto escándalo público, tanto mal ejemplo y desfachatez engrandecida por los medios de comunicación pública.
Aparta de mí tanto desenfreno sexual, tanto comercio con la debilidad humana, tanta propaganda escandalosa.
Y, sobre todo, aparta de mí, Padre santo, el grito angustioso del pequeño que clama desesperado, desde el seno materno, que quiere vivir, que merece vivir, que no es ningún injusto agresor. Él se considera un regalo, puro don de alegría para sus padres. Y hay tantos de ellos, tantos médicos que lo consideran un producto, un montón de células, un huésped indeseable, un auténtico enemigo de la felicidad matrimonial.
¡Quiere vivir! ¡Quiere decirles que los quiere mucho! Sin embargo, son miles, millones de hombres cuya vida ha segado el egoísmo humano.
Guerras, pobreza extrema, infidelidad generalizada, vida de placeres y despilfarro material. Suicidios. Borracheras y orgías. Droga al por mayor. Vandalismo sin sentido, pandillerismo nihilista. Trata de blancas. Misas negras. Promoción de la homosexualidad. Superstición generalizada. La lista sería interminable.
Esto es lo que contemplas, Señor. Esto es lo que cargarás sobre tus hombres. Esto es lo que tu Padre te está cobrando: tú eres el redentor, tú pagarás por los pecados del hombre, de todo hombre, en todas las latitudes, de todos los tiempos. No hay escapatoria. Hay expiación. Y tú lo sabes. Y tú lo aceptas. Y tú estás pagando por ello. Con amor, mansamente… por mí y en mi lugar.
Padre, si es posible, que pase de mí este cáliz. Pero no se haga mi voluntad, sino la tuya. Que tu voluntad se realice en mi obrar cotidiano. Sea agradable o ingrata. Fácil o complicada. “Tu voluntad, Señor...”

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